viernes, 7 de marzo de 2008

FRANCISCO MIRÓ QUESADA: "EL TIEMPO"


FILOSOFEMAS

El tiempo

Francisco Miró Quesada Cantuarias
El Comercio Online, 7 de marzo de 2008

No debe confundirse el tiempo con el clima. En lo que sigue, no hablamos del misterioso tiempo que pasa implacable, segundo a segundo, milésimas de milésimas de segundo, millonésimas de millonésimas de segundos... y así nos conduce desde el nacimiento hasta la muerte. Solo nos referiremos al clima, a los días y a sus variaciones.

El clima en un país puede ser bueno, como lo era en la costa, con excepción de Tumbes. Antes podía hablarse con seguridad casi absoluta del tiempo en nuestra costa. Decimos casi absoluta porque hay departamentos como Ica donde con gran frecuencia, durante el día, hace un calor infernal. El clima siempre ha sido impredecible. Más, ahora, en que el calentamiento global ha alterado las variaciones climáticas. En países donde antes hacía muchísimo frío, como en Canadá en el cual durante el invierno podía hacer hasta cuarenta grados bajo cero, hoy puede haber solo dos o tres grados. Y en lugares donde solía hacer un fuerte calor, como en Iquitos, está haciendo frío.

Veamos, ahora, la diferencia entre el clima y el tiempo. A veces, al levantarnos de la cama, preguntamos a alguien que lo ha hecho antes que nosotros: ¿Cómo está el tiempo hoy? Jamás le preguntamos, cómo está el clima. Y la respuesta es bueno, regular o malo. Cuando el tiempo está bueno, respondemos está magnífico, hay un lindo sol y nada de calor. O está regular o malo.

En lugar de preguntar por el tiempo, podemos inquirir por el día. Y la respuesta será la misma bueno, regular o malo.

Nuestro hermoso planeta azul, sigue dando vueltas sobre su eje inclinado, cada veinticuatro horas. Y no sabemos lo que podamos contemplar. Puede ser cualquier cosa, desde hermosos crepúsculos, hasta alboradas deslumbrantes. Negros nubarrones, nubes grises, o nubes de un blanco enceguecedor. Lo que veamos depende de la altura en que estemos situados. Puede ser al nivel del mar, sobre la montaña más alta del mundo, el Everest en la cordillera del Himalaya o volando hacia la Luna. Lo que veremos, no puede predecirse, salvo los astronautas que tienen esta posibilidad que, al mismo tiempo, es una suerte de ver un maravilloso cielo, en que las estrellas están por todas partes.

Pero abajo en la Tierra, nadie puede saber lo que verá. Quizá si se logra detener a tiempo el calentamiento global podría predecirse el tiempo, con relativa seguridad. Pero intereses creados, ávidos de ganancias, siguen produciendo más y más petróleo, una de las sustancias más contaminantes. Y si el calentamiento no se detiene a tiempo, nuestro mundo seguirá dando vueltas sin sentido. Un planeta sin vida, en que hasta el color del mar podría haber cambiado. Dejaría de ser azul, color al que debe su belleza, que lo hace único entre los planetas que giran en torno del Sol y que ha sido visto reiteradamente por los astronautas.

El clima y el tiempo siempre han sido una incógnita. Sin embargo debido al calentamiento global se podrían adelantar pronósticos. Mas para ello tendríamos que provocarlos voluntariamente, cosa que hasta el momento no ha sido así. ¿Cuál será nuestro destino final? ¿Podrá detenerse a tiempo el calentamiento global? No lo sabemos, todo dependerá de la rapidez con que se logre actuar.

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