viernes, 21 de abril de 2006

Viernes Filosófico del 21 de abril de 2006: "Filosofía, Liberalismo y Socialismo"


JOSÉ CARLOS BALLÓN: "EN EL PERÚ, ALGUNAS OPCIONES LLAMADAS LIBERALES Y SOCIALISTAS DEFIENDEN PROYECTOS OLIGÁRQUICOS Y ESTATISTAS"


[Lima, 26 de abril de 2006] Gran expectativa generó, el pasado 21 de abril, el primer "Viernes Filosófico" del año 2006 (1) en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Y el tema no lo desmerecía: bajo el
título general de "Filosofía, Socialismo y Liberalismo", el profesor José Carlos Ballón (2) desarrolló muchas tesis conocidas por quienes hemos pasado por sus cátedras del Seminario de Marx y el Seminario de Wittgenstein... pero agregó muchas más cosas, trascendiendo el discurso teórico e intentando aplicarlo a la realidad nacional.

Es más, para aumentar el interés, el mismo profesor confesó que el título original de su conferencia era "Socialismo, Liberalismo y Nacionalismo", aludiendo directamente a nuestra coyuntura, en la que un partido político (Partido Nacionalista Uniendo al Perú) intenta alzarse con el poder en elecciones democráticas.

Liberalismo y socialismo, hermanos de una misma madre: la modernidad.

Comenzó recordando el origen común del liberalismo y el socialismo: el proyecto moderno ilustrado (y sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad). En efecto, estas doctrinas políticas constituyen dos fieles expresiones de la civilización moderna, que tienen la ventaja de verse apoyados por sendos movimientos sociales: empresarios y obreros organizados han fortalecido, en la práctica, la influencia de ambas doctrinas.

Las condiciones que genera la civilización moderna son, por un lado, una profunda escisión entre sociedad civil y Estado, promoviendo el fortalecimiento de aquélla y la progresiva extinción de éste. Por otro lado, la tendencia a la expansión y la universalización de la cultura moderna es innegable, propiciando la desintegración de todo tipo de poder local.

La modernidad, de acuerdo a lo expresado por Ballón, constituye un "proceso de sacralización" del individuo autosuficiente, que vive de su trabajo y no de prebendas, lo que marca un profundo contraste con

las formas premodernas de organización social, con sujetos dependientes de los círculos del poder, y congregadas en clanes unidos por relaciones de parentesco (3).

Coincidencias programáticas entre liberalismo y socialismo. Diferencias de grado

Ambas doctrinas coinciden en la necesidad de fortalecer a la sociedad civil, en detrimento del poder coercitivo del Estado. Subyace la concepción de que nadie debe tener más poder sobre los demás: todo funcionario público es vigilado al detalle, mediante una acción organizada (de ahí la conformación de los sindicatos de empresarios y obreros).

La diferencia, según Ballón, sería de grado. El conflicto entre liberalismo y socialismo surge al discutir el reparto de la riqueza entre obreros y empresarios, y por la mayor radicalidad del socialismo: en él, se propone la plena socialización de los medios de producción, en un contexto de conducción racionalizada y planificada (4).

Con todo, esto no anula las semejanzas profundas que, metafóricamente hablando, hacen del liberalismo y el socialismo clásicos dos "primos hermanos" en pugna por la primacía.



La cultura moderna ha sacralizado la imagen del individuo emprendedor
(María Burgaz: Individuos I)

Los "otros" liberalismos y socialismos. El caso del nacionalismo en el Perú.
Culminada la fase descriptiva, Ballón esbozó una serie de apreciaciones sobre la recepción de los discursos liberal y socialista en nuestro país. Afirmó que entre nosotros se da el caso paradójico de que los que se han apoderado de estos discursos no corresponden a los mismos, por sus actitudes llenas de un extraño énfasis en la necesidad de fortalecer las estructuras del Estado.

El mismo nacionalismo en boga sería una expresión de esta distorsión, que haría saltar de sus tumbas a Adam Smith y Carlos Marx. En efecto, sus afectados llamados al patriotismo serían justamente lo que siempre denunciaron los máximos representantes de estas doctrinas políticas: hacer que los individuos se subordinen a objetivos abstractos, de índole supraindividual, que no tienen nada que ver con el fortalecimiento de la
sociedad civil.

De esta manera, vemos que en el Perú algunas opciones llamadas liberales y socialistas defienden [conciente o inconscientemente, conforme a la expresión de los marxistas] proyectos oligárquicos y estatistas. Y en estos días vemos cómo se dejan absorver por un nacionalismo corporativo-estatista. Esto reflejaría lo que Alberto Flores Galindo llama "la tradición autoritaria" de nuestro país (5).

Esperanza de modernización en los trabajadores y empresarios independientes peruanos.
Ballón aseveró que, pese a este panorama, hay una creciente franja social (aproximadamente un tercio de la población) que produce empresarios capitalistas y trabajadores independientes, ambos generadores de riqueza. No se ha medido aun su extensión, ni analizado si esto significa el inicio de una modernización mayoritariamente esperada.

Añadió (a manera de ejemplo) que, siguiendo al antropólogo Teófilo Altamirano (6), las remesas que envían al país los peruanos residentes en el exterior son, juntando lo recepcionado formal e informalmente, de
aproximadamente 2 500 millones de dólares. ¡Cantidad apenas superadas por la actividad minera! Lo cual indica una capacidad laboral excelente.

Sin embargo, el país sigue siendo pobre, debido a que las relaciones sociales aun son de índole premoderna, y solo sustentan a una oligarquía parásita e ineficiente. Muy por el contrario, son los empresarios y trabajadores independientes, con su "cultura chicha" (informalidad crecientemente desinhibida), quienes hacen recordar los orígenes plebeyos de la burguesía europea. Ellos encarnan la esperanza de un Perú moderno (7).

"Proyecto socialista es viable en el Perú".
Por último, recordando que, según Marx, "un paso adelante en el movimiento real vale más que miles de programas", Ballón manifestó que un proyecto socialista modernizador es viable en el Perú. Esto, debido a que existe una franja de la población que vive de su propio trabajo, y no parasitan el Estado (como los que viven de exoneraciones tributarias), que tenderían a ser sus expositores más adecuados. Sólo faltaría deslindar con las opciones inconsecuentes a este proyecto de modernización, y de acuerdo al socialismo clásico, actuar convencidos de que "tenemos al capitalista (y al oligarca) del pescuezo, sólo falta apretarlo".

x FRANCISCO RAMOS

Notas
(1) Vea la publicidad realizada para este evento en nuestro site Intercambio Filosófico: "Viernes Filosófico: Filosofía, Liberalismo y Socialismo".

(2) Magister en filosofía. Profesor asociado de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM. Ha publicado ensayos y artículos sobre temas de filosofía política y epistemología de las ciencias sociales. Actualmente dirige el Fondo Editorial de la UNMSM.

(3) Los privilegios, el clientelaje y las estructuras verticales derivadas de la sociedad antigua cedieron el paso a la construcción, en la modernidad, de una sociedad civil donde priman las relaciones de interés y el afán de
lucro individual. Desde esta perspectiva, el Estado se ve como un "Leviatán" abusivo, que hay que vigilar de cerca, y al que hay que "quitarle poder", de cualquier modo.

(4) Para los socialistas, el Estado debe extinguirse progresivamente. En esto subyace un nuevo desacuerdo con el liberalismo, que incluso en sus versiones más radicales se limita a otorgar a la sociedad civil una función opositora dentro del orden establecido, que garantice el pleno equilibrio entre derechos y deberes.

(5) Flores Galindo, Alberto: "La tradición autoritaria: violencia y democracia en el Perú". Lima, Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH) y SUR-Casa de Estudios del Socialismo, agosto de 1999. Ver la reseña del libro.

(6) Altamirano, Teófilo: "La migración en el Perú, 1980-2005" [ver una entrevista reciente a este autor realizada por El Comercio de Lima, el 26 de abril de 2006].

(7) A estos emprendedores, de acuerdo a lo afirmado por Ballón, tendería a beneficiar un eventual TLC con los EE. UU., que sin embargo sería fuertemente resistido por sectores conservadores, que subsisten de los privilegios como "premio" a su incapacidad empresarial. Ellos serían los más interesados en retratarlo como una lucha entre el Estado y "los más pobres", cuando en realidad se trataría de luchas entre grupos de
poder (el Estado burocrático contra los empresarios algodoneros, los azucareros, pesqueros, etc.), alejadas de los intereses de los verdaderos generadores de la riqueza en el Perú.

ENLACES RELACIONADOS:
Algunos artículos de José Carlos Ballón en la ínternet:

Artículos de José Carlos Ballón en la revista Logos Latinoamericano (Instituto de Investigaciones del Pensamiento Peruano y Latinoamericano-UNMSM, Lima-Perú)

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