lunes, 4 de enero de 2010

GUILLERMO GIACOSA: "2010, AÑO DE LA AUTOCRÍTICA"


Deseos para el año que se inicia

2010, año de la autocrítica

Guillermo Giacosa
Perú 21 Online, 4 de enero de 2009

Escuché en varios programas de TV la misma pregunta: ¿Qué desea para el 2010? Las respuestas suelen ser tan poco imaginativas como la pregunta. Tampoco puede esperarse que se salgan del guión que esta sociedad ha marcado y nos asombren con alguna utopía de esas que alimentan el alma. Trabajo y salud, en ese orden, era lo que más soñaba. Casi todos los deseos expresados –y esta es una constante sobre la que deberíamos reflexionar– eran individuales y eventualmente familiares. Me pregunto si el grado de alienación existente ya ha rebasado el límite que permite ser consciente que las mejorías individuales, por muy deseables que sean, raramente se prolongan en el tiempo, cuando no son parte de una mejoría del conjunto de la sociedad. El haber logrado que solo se perciban metas individuales es un triunfo de una cosmovisión suicida. Atractiva, pero suicida. Es la cosmovisión que desde hace muchos años se viene imponiendo a través de los valores que la sociedad cultiva y a la que los medios de comunicación refuerzan con distintos tipos de mensajes y una diversidad creativa que merecería una causa más noble. No se trata de oponerse a la realización individual: se trata de incluir solidariamente dicha realización al interior de un contexto social que es algo más que una suma de individualidades. Se trata asimismo de ser conscientes de que esa sociedad también es parte de una especie determinada que, a su vez, está inmersa en un todo que es el planeta que habitamos y cuya supervivencia depende, en gran parte, de lo que nosotros decidamos hacer con nuestras vidas. Lo que ayer podía constituir solo una reflexión en abstracto, es hoy una realidad tan concreta como las inundaciones, las sequías y los temporales o como la corrupción, los crímenes, el desempleo, y el espíritu belicista que nos muestra la prensa cada día. Es decir que la propuesta del éxito individual solo debe ser deseable en la medida que ese éxito no atente contra el bienestar general ni contra el equilibrio medioambiental.

En cuanto a las propuestas para el 2010 que contenían lo que podríamos llamar un mensaje social, aparecía una expresión que me parece tan aterradora como el exceso de individualismo: 'Mayor inversión’. ¿Mayor inversión en qué y para qué? No especificar es una de las tantas trampas que hábilmente han tejido los ideólogos del orden actual.

Hacernos creer que las inversiones son buenas por el solo hecho de aportar capitales es un disparate. Hay capitales que empobrecen porque contaminan las aguas, los suelos o a los propios seres humanos. Podríamos llenar miles de páginas con ejemplos de este tipo. Quienes, dotados teóricamente para la economía, repiten que sin inversión no hay crecimiento, deben explicar cuáles son las condiciones en que esas inversiones deben materializarse y cuáles son las metas a alcanzar con ellas. Quiénes se beneficiarán y quiénes, eventualmente, se perjudicarán. En cuanto a mí, solo desearía que el 2010 fuera el año en el cual la sociedad ha decidido hacer una autocrítica de sus fines y métodos.

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