También, está comprobado científicamente que los animales superiores tienen sin duda conciencia de sí mismos. Pueden ver, oír, olfatear, degustar. Un perro ve las cosas pero no sabe que es un ser único distinto de todos los demás. Cuando ve otro perro, por lo general, le gruñe y, ciertas razas de perro, se abalanzan unos sobre otros y comienzan una feroz pelea. Un perro no puede tolerar que otro invada lo que él considera su territorio. Solo el hábito le permite compartirlo. El hábito que condiciona de manera increíble el comportamiento, tanto humano como animal.
Se han efectuado experimentos sobre la conciencia y analizado, aplicando el método científico, los fenómenos de pérdida de conciencia, como el desvanecimiento, la epilepsia y la producida por algún accidente. Las descripciones de la diferencia entre una y otra son correctas. Pero en nada resuelven el problema de saber cómo se produce la conciencia.
Al hablar de la conciencia caemos en cuenta que no se puede hablar solamente de una. Hay varios tipos de conciencia, como la conciencia intelectual, la conciencia moral, y la conciencia jurídica. La primera consiste en que nos damos cuenta que estamos pensando, o imaginando. La segunda nos hace ver que nuestras acciones, y las de nuestros semejantes, son buenas o malas. La tercera nos permite juzgar si un juicio está bien o mal llevado, si es justo o injusto.
Han estudiado los fenómenos en que se modifica la conciencia. Uno de los más importantes ha sido el estudio del sueño. Porque en el sueño nuestra conciencia funciona de manera diferente que durante la vigilia. En el año 1968, Rechschaffen y Kales presentaron un detallado estudio sobre los diferentes tipos de sueño. Según los mencionados autores el sueño se divide en dos etapas. En la primera, hay movimientos oculares rápidos. En la segunda, en cambio, dichos movimientos no son rápidos. Y también se nota que el movimiento de los ojos, no es aleatorio sino que sigue reglas bien determinadas. A veces, con frecuencia, cuando el sueño recién se inicia se producen contracciones musculares en las extremidades o en todo el cuerpo. Otro fenómeno es que al cabo de aproximadamente noventa minutos de iniciado el sueño, los movimientos oculares se tornan rápidos, lo que significa que la persona está soñando.
El sueño, según estudios experimentales, tiene cuatro fases. En la primera el sueño es ligero, todavía percibimos algunos movimientos de nuestro cuerpo. En la segunda fase el sueño comienza a ser parcialmente reparador. En la tercera, el sueño es profundo y en la cuarta es completamente reparador.
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