No está demás recordar que Noam Chomsky es considerado como el intelectual vivo más respetado por quienes, hartos de la propaganda mediática, buscan verdades, y es el más temido por quienes tienen el engaño como profesión. El profesor Chomsky, con más de setenta años, es estadounidense, y los grandes medios de comunicación raramente le conceden el espacio que sus talentos ameritan. Desde hace muchos años sigo su trayectoria y leo todo lo que de él llega a mis ojos a través de Internet. Fue dramáticamente lúcido antes y durante la invasión a Irak, y lo sigue siendo ahora con respecto a las inveteradas conductas de su propio país para con los otros países. Ahora que acaba de finalizar la cumbre de Bariloche, me parece importante conocer el pensamiento de Chomsky sobre el futuro de las relaciones de EE.UU. con América Latina. Sería saludable que todos aquellos vinculados a la orientación de las políticas externas del Perú leyesen estas opiniones. Debo advertirles, por respeto a sus respectivos hígados, que es necesario hacerlo con calma y con tiempo para reflexionar. Tiempo que no siempre nos tomamos cuando de criticar nuestras propias posturas se trata. La mente selecciona lo que le conviene y descarta lo que no: propone, de algún modo, el ejercicio inverso al que debiera seguirse para expandir y ahondar nuestra conciencia. Confío en que algunos leerán estas breves líneas con ese ánimo, y no sin antes repetir la advertencia de que algunas de las opiniones del profesor Chomsky podrían ser chocantes para espíritus debilitados por el convencimiento de tener la razón. Y si no lo tienen, están defendiendo los intereses que más les convienen para un paso sin sobresaltos por esta vida.Chomsky dice sorprendentemente, por ejemplo, que Barack Obama –de quien Isabel Allende dice estar enamorada–, es más peligroso para América Latina de lo que fue el impresentable George W. Bush. Y lo es porque el actual presidente intenta ocuparse de esta parte del mundo, lo cual, siempre según el laureado profesor estadounidense, es lo peor que puede pasarnos. Bush nos ignoró y pudimos seguir nuestros caminos: Obama quiere devolvernos al sendero correcto para la cosmovisión gringa. Chomsky dice textualmente: “El Consejo de Seguridad Nacional, la mayor entidad de planificación, dice que si no podemos controlar a América Latina, ¿cómo podremos con el resto del mundo?”. Y recuerda que Kissinger, cuando el golpe de Pinochet, dijo: “Tenemos que deshacernos de Allende o no tendremos credibilidad en el resto del planeta”.
Esa es la clave para controlar el mundo, y por supuesto, gran parte de la economía norteamericana ha estado basada en inversiones –que eran una especie de saqueo– desde el siglo XIX. Todo esto ocurrió por mucho tiempo y de distintas maneras: intervención militar, golpes de Estado, agresiones durante el gobierno de Kennedy, el ejército instaurando Estados de seguridad al estilo neonazi. Luego llegó el período neoliberal… (Y COMO ESTO SE PONE LINDO, CONTINÚA MAÑANA).
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