El diario argentino Página/12 publica un artículo del periodista Alfredo Zaiat titulado 'El modelo peruano'. Allí dice: “La referencia a otras experiencias económicas es un rasgo visible del establishment doméstico y de ciertos analistas que quieren cautivar a auditorios desinformados. En distintos momentos políticos siempre emerge un país modelo a imitar para aprender de sus supuestas bondades. El esquema de razonamiento es tosco pero convocante en el discurso dominante: lo bueno está en el exterior y lo malo en el ámbito local. Esa forma de abordar una cuestión complicada como los modelos de desarrollo, inhibe la posibilidad de analizar la complejidad involucrada. Pese a los casos fallidos –que en el pasado fueron expuestos como ejemplos–, ese enfoque de comparaciones es reiterado por representantes del mundo empresario. Antes era Irlanda y España, que se derrumbaron con la reciente crisis y luego Chile, que pese a sus mejoras, continúa con los peores índices de desigualdad de la región. Ahora, la estrella es Perú”. Cita Zaiat a Sevares, para quien “no existen recetas universales con garantía de éxito”. La historia demuestra lo contrario: las condiciones para impulsar la prosperidad no responden “a ninguna receta establecida ni fórmulas mágicas”. Cada historia tiene “diferentes dotaciones de recursos, sistema político, ubicación geográfica y cultural”. Según Zaiat, “las decisiones clave para que un país crezca no son las que mencionan los organismos internacionales ni los grupos económicos locales”.Sobre Perú dice: “Es indudable que las cifras de la macroeconomía peruana transiten un ciclo de crecimiento acelerado y sostenido. Economistas y medios de comunicación hablan del “milagro peruano” y la revista Forbes ubica al Perú entre los primeros lugares de un ranking sobre los mejores países para hacer negocios en América Latina. Al igual que la Argentina de los años noventa, hoy Perú es la niña mimada de las finanzas globales por su apertura al capital extranjero y su estrategia neoliberal en materia fiscal y monetaria”. Y luego subraya que las estadísticas de crecimiento tienen su motor en los altos precios de las materias primas que exporta.
También anota que Michael Porter, de Harvard, cree que ese crecimiento económico no se ha reflejado en la mayoría de la población y que es un 'espejismo’. Y cita al Padre Gutiérrez cuando dice: “Contraviniendo la ley de la gravedad, aquí la economía cuando chorrea, chorrea hacia arriba. Sé que no somos de respetar mucho las leyes, pero al menos la de Newton habría que respetarla”. Y agrega: “se dice que el país crece pero, ¿cómo están los pobres? Además el país crece porque la riqueza aumenta en quienes ya tenían. El mundo de los pobres disminuye poco. Ciertas mejoras hay pero seguimos con un grupo inmenso de pobres”.
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