sábado, 1 de agosto de 2009

RESEÑA DE LA MESA REDONDA "CINCO SIGLOS DE FILOSOFÍA EN EL PERÚ" (LIMA, 27JUL2009)


RESEÑA DE LA MESA REDONDA

El lunes 27 de julio de 2009, en el marco de la 14va Feria Internacional del Libro de Lima se realizó la mesa redonda "Cinco siglos de Filosofía en el Perú", organizada en torno al libro La filosofía entre nosotros, de Augusto Castro, obra de reciente publicación. En dicha mesa redonda, participaron José Carlos Ballón, Guillermo Nugent, Zenón Depaz y el mismo Augusto Castro. El moderador fue José Carlos Picón.

En el evento, realizado en el Vértice del Museo de la Nación (exactamente en el auditorio José María Arguedas, entre las 7:00 y 8:15 pm), se intentó desarrollar una discusión respecto de lo que cada uno de los ponentes consideraba fundamental en la filosofía peruana. Paralelamente, se establecieron apreciaciones críticas sobre el texto de Castro.


JOSÉ CARLOS BALLÓN: "LA FILOSOFÍA SUELE FLORECER DONDE HAY RETOS PARA LA CONVIVENCIA".
El filósofo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos resaltó que la filosofía en el Perú se hace difícil de interpretar históricamente. Ello se debe, según el profesor sanmarquino, a que "hay todo un conjunto de discursos socializados que tienden a imponerse de manera autoritaria".

Ballón consideró, sin embargo que frente a ello, la filosofía irrumpe como una actividad “desquiciadora e impopular”, que no pretende conciliar con dogmas, ni construir teorías ni doctrinas de ninguna índole. "Compartimos códigos muy distintos en el Perú, y ello explica los conflictos que existen en nuestra sociedad. Pero justamente la filosofía suele florecer donde hay retos para la convivencia", aseveró Ballón, destacando el papel del pensamiento filosófico en contextos de interculturalidad como el de nuestro país.

Sobre el libro de Augusto Castro, el profesor de la UNMSM consideró que en éste se ha intentado resumir cinco siglos de filosofía en el Perú, sin caer en lugares comunes o en “innovaciones” meramente retóricas. En ese sentido, destacó el hecho de incorporar a dos pensadores cristianos “místicos”: Antonio Ruíz de Montoya y Noé Zevallos. "Sin embargo --añadió enseguida-- hubiera sido interesante, por ejemplo, que se hicieran referencias a la obra de Gustavo Gutiérrez, el teólogo de la liberación. Ahí hay una tarea pendiente".

En un intento de aportar al desarrollo de sus investigaciones, Ballón criticó a Castro el seguirse ciñendo a una periodificación clásica de la filosofía en el Perú, y el centrarse en torno a problemas como la dependencia y la identidad: "¿Dónde queda el estudio de los procesos culturales, que también tienen un potencial liberador? En el libro de Castro hay una interpretación meramente política. No considera que una situación de opresión (como la dependencia económica o ideológica) no hipoteca las mentes".


GUILLERMO NUGENT: "ENTRE NOSOTROS EXISTE UNA OBSESIÓN DE LA AUTOCONCIENCIA"
El historiador graduado en la PUCP, consideró que "vivimos tiempos de cosecha" y que estamos "recogiendo lo que sembramos" en el último medio siglo. Según Nugent, el libro de Castro es manifestación de ello. Lo situó en la línea de los trabajos de Salazar Bondy y Sobrevilla.

El ponente consideró que la principal virtud del libro es que resalta las obras de autores ignorados. Si bien existen ausencias notorias, en la obra de Augusto Castro "tenemos un texto que vale la pena".

Nugent afirmó que en la historiografía filosófica peruana se da un excesivo énfasis al tema de la autenticidad de la filosofía. Con ello, se cae en la "trampa del historicismo". No se tiene en cuenta, en ese sentido, que los discursos no dan plena evidencia de los hechos históricos. "Entre nosotros hay una obsesión de la autoconciencia. No sólo queremos dar cuenta de lo que hacemos, sino de todo lo que hacemos". En esa línea, Nugent consideró que en la filosofía peruana falta un mayor sentido de proyección: "Todo se quiere saber ahora y no quiere dejarse nada para el mañana. Pero la filosofía no crea la realidad".

No obstante, el también sociólogo y psicoterapeuta felicitó que en el libro de Castro se haya dado espacio a la obra del arequipeño Jorge Polar y lo que podría llamarse su "línea sofística”. Consideró que por ese camino resulta más fructífera la investigación. De acuerdo a la opinión de Nugent, "el texto de Castro debió haber resaltado más a autores como él, que promueven la discusión más que la denuncia escandalizada, sobre todo en un contexto como el nuestro, donde se detesta la pluralidad".


ZENÓN DEPAZ: "LA CULTURA POPULAR ES PORTADORA DE SABIDURÍA"
Según el filósofo de la UNMSM, actual director de la Escuela de Filosofía, el texto de Castro "presenta tensiones fuertes, desde su mismo título. Hablar de la 'filosofía entre nosotros' ya resalta una contraposición entre nosotros y la filosofía". Con ello Depaz considera que la filosofía peruana de vertiente occidental es un reflejo de la invasión española que se dió de manera inesperada en las culturas prehispánicas.

Así el ponente planteó que, si bien el libro no aborda el problema de la existencia de una filosofía en el período prehispánico, en él "se resalta implícitamente que la filosofía es para nosotros un producto externo, exógeno, un producto de Occidente. La filosofía irrumpe entre nosotros como producto colonial, de espaldas a nuestra realidad".

El libro de Castro también muestra, según Depaz, que la filosofía occidental también es afectada por nuestra realidad. La recepción que hacemos de ella no es meramente pasiva, sino selectiva y asimiladora. Sin embargo, esto no se da en un sentido moderno. En ese sentido, la filosofía peruana de vertiente occidental no logra entender el sentido del individualismo, permanece en el simple colectivismo-no pensado. Desde la mística colonial hasta el positivismo republicano, es un pensamiento organicista y nostálgico. Este pensamiento, sin embargo, es a su vez afectado por nuestro ser social.

Por ello, Depaz considera que el aspecto más resaltante de la obra de Castro, se da cuando subraya el tema de lo popular. Por ejemplo, cuando describe cómo, para Antonio Ruíz de Montoya y Noé Zevallos, se interpreta la 'experiencia de Dios' en relación con su supuesta presencia en la historia y sus agentes sociales. Y esto se da análogamente en González Prada, que reconoce que esos agentes sociales son las mayorías indígenas. "No se niega en este libro, pues, que la cultura popular es portadora de sabiduría. Reconocer esto podría posibilitar la refundación de la filosofía entre nosotros, dándole un sentido moderno", sentenció el filósofo sanmarquino.


AUGUSTO CASTRO: "EL TEMA DEL INDIO RECORRE TODA NUESTRA TRADICIÓN FILOSÓFICA"
Al momento de su participación, Augusto Castro (docente de la PUCP), autor del libro objeto de las reflexiones en esta mesa redonda, agradeció las críticas. Pero también afirmó categóricamente: "En mi libro sostengo que sí tenemos una tradición de pensamiento filosófico. Considero que esto ya no es debatible ni cuestionable". Castro afirmó que en la historia de nuestra filosofía hay un tema tangencial: se reconoce que el pensamiento occidental no es la única manera de pensar. "El tema del indio recorre toda nuestra tradición filosófica. Y este señala el problema y la solución", aseveró.

Para el profesor de la Universidad Católica, también es innegable es que nuestros pensadores no se han centrado en temas exclusivamente teóricos. La filosofía en el Perú es esencialmente política. Y que si bien se requiere discutir la periodificación establecida "ello debe hacerse unificando los criterios de Barreda Laos (estudioso de la filosofía colonial) y Salazar Bondy (estudioso de la filosofía repúblicana)".

El autor del libro dijo que, además, consideró necesario seleccionar autores y tradiciones de pensamiento, sin ocultar sus aparentes incoherencias. Por ejemplo, González Prada caía en la “contradicción” de ser anarquista y positivista a la vez, y él no negaba estas dos filiaciones. "Ninguno de nosotros somos planos, todos somos poliedros, con múltiples caras”.

Como conclusión de la mesa redonda, el autor de La filosofía entre nosotros dijo lo siguiente: "Las líneas de investigación que se señalan en el libro se consideran parte de un pensamiento que ya es nuestro, que está vinculado a nuestra tradición. Reitero que el tema del indio es tangencial a todas ellas".

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