En mi artículo de la semana pasada traté de explicar por qué se estaban produciendo actos de violencia en nuestro país. Pero no dije en qué consistía la violencia. De manera general puede decirse que la violencia consiste en obligar a una persona a hacer algo que no quiere hacer. Pero no solo puede ejercerse la violencia contra una persona sino contra varias. Hay violencia individual y violencia colectiva.
El motivo que induce a una o más personas a actuar ante la violencia es doble: el miedo al dolor y el miedo a la muerte. Todo ser humano rechaza el dolor. El masoquista parece ser una excepción pero cuando el dolor se intensifica, lo que antes era placer para él, es rechazado con desesperación. Hay muchísimas formas en que la violencia se manifiesta. Intentaré describir las que, según mi opinión, son las más frecuentes.
La primera de todas es la guerra. La lucha a muerte entre dos grupos de hombres que tratan de aniquilarse mutuamente, es tan vieja como la humanidad. Para entrar a una guerra se necesita tener valor. El coraje consiste en dominar el miedo a la muerte y al dolor. Pero este dominio es relativo. Cuando uno de los bandos ve que los del otro los están matando sin piedad o huyen o se rinden. Hay casos excepcionales en que quienes están perdiendo la batalla no se rinden, siguen peleando hasta el último hombre. Este comportamiento se llama heroísmo.
El asalto a mano armada es otro tipo de violencia. El secuestro de una persona que es miembro de una familia que lo ama, es uno de los actos más viles de violencia, pero menos vil que la tortura.
Generalmente la tortura se aplica a una persona cuando se quiere obligarla a informar sobre algo que es de vital interés para el torturador. Por ejemplo, durante la última guerra mundial, había grandes redes de hombres y mujeres franceses, para hostigar a los alemanes. La cabeza de ellos era Jean Moulin, nombrado directamente por Charles de Gaulle. Desgraciadamente un traidor lo denunció y fue torturado para que informara sobre la organización de la red de resistencia. Pero no habló y murió heroicamente.
El chantaje es otra forma de violencia. Una mujer que está a punto de contraer matrimonio con un hombre de primera clase escribió, cuando era aún muy joven, una carta apasionada a un amante. De una manera u otra, la carta llegó a las manos de un miserable, que le exige una fuerte cantidad de dinero a cambio de entregársela.
La amenaza de un fuerte castigo físico que pueda llegar hasta la muerte a una o más personas, es otro acto típico de violencia practicado por la mafia.
Lo contrario de la violencia es la paz. Y el ideal que predomina entre la mayor parte de los seres humanos es que predomine la paz en el mundo. Y digo la mayor parte, porque hay personas que aman la violencia y que, como el filósofo Nietzsche, sostienen que el hombre ha nacido para la guerra.
Si el ideal proclamado por Cristo, de comportarse pacíficamente, predominara en el mundo, la paz reinaría en el orbe.
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